Curso Ecografos - Apuntes de Electromedicina

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Curso Ecografos
Objetivos
  • Proporcionar la información necesaria al técnico sobre los principios básicos y la utilización de los ecógrafos.
  • Conocer las principales averías y proporcionar conocimiento de cómo detectarlas y prevenirlas mediante un buen mantenimiento.

Introducción a la imagen médica no radiológica. Principios básicos
La ecografía es un método de diagnóstico por la imagen no invasivo que permite la visualización de los órganos internos. Tiene la ventaja de no ser perturbadora ya que no es radiación ionizante, y no presenta el riesgo de producir efectos biológicos adversos, permitiendo hacer de ella un uso frecuente. Está extendida en muchos ámbitos sanitarios y muchas especialidades utilizan la ecografía como medio diagnóstico casi imprescindible.
La ecografía se basa en la emisión y recepción de ultrasonidos, ondas que presentan una frecuencia superior a la audible por el oído humano, es decir por encima de los 20.000 Hz. Las frecuencias utilizadas en ecografía para la imagen médica varían entre 2 y 10 MHz.



Período: tiempo que tarda en completarse un ciclo entero.
Amplitud: altura de la onda. Se trata de la medición de la intensidad.
Velocidad: depende del medio que el sonido esté atravesando.
Frecuencia (Hz): número de períodos o ciclos por segundo.
Longitud de onda (m): distancia que recorre la onda durante un ciclo o período.

Funcionamiento de la Ecografía
Los ultrasonidos son producidos por transductores, unos dispositivos formados por uno o más cristales con propiedades piezoeléctricas. El efecto piezoeléctrico consiste en que una onda mecánica (como el sonido) produce un cambio en la distribución de las cargas eléctricas de ciertos materiales, generando un impulso eléctrico.
Se aplica una corriente eléctrica a un cristal piezoeléctrico que vibrará de acuerdo con su tamaño con una frecuencia determinada (2 a 10 MHz). Inmediatamente después de que el cristal genera el pulso, entra en reposo a la espera del eco. La generación del pulso dura escasos microsegundos.

Durante el escaso tiempo que el cristal está en reposo, recibe las ondas ultrasónicas reflejadas en cada una de las interfases del cuerpo. El cristal está en este momento siendo excitado mecánicamente, lo que genera una corriente eléctrica. La corriente eléctrica es amplificada y ordenada de acuerdo con el momento de su recepción. Se convierte entonces en señal digital para ser presentada en la pantalla del equipo



Cuanto mayor sea la frecuencia menor será la profundidad que alcancen las ondas producidas por el ecógrafo pero mayor será la resolución o definición de la imagen. Por tanto, los transductores de alta frecuencia se utilizarán para el estudio ecográfico de estructuras superficiales, mientras que para poder valorar estructuras profundas se utilizaran bajas frecuencias, incluso a costa de una disminución de la resolución.



Equipamiento e instalaciones

Los transductores lineales presentan cristales piezoeléctricos en línea que emiten haces paralelos de ultrasonidos, por lo que se obtiene una imagen rectangular. Presentan la ventaja de ofrecer una imagen amplia del campo cercano, pero la importante desventaja de necesitar una gran área de contacto. Una variante del transductor lineal es el convexo, que presenta también cristales en línea pero curvada, siendo la superficie de contacto convexa, por lo que es mucho más sencilla de acoplar sobre la superficie del cuerpo del paciente.


El transductor no se aplica directamente en el cuerpo del paciente, se aplica un gel conductor con el fin de minimizar los cambios de impedancia entre el transductor, el aire I la piel, permitiendo una máxima transmisión de la señal.










La CPU se encarga de procesar toda la información que se obtiene del transductor y la transforma en las imágenes que se muestran a través de la pantalla para que puedan ser interpretadas por el médico.









El monitor presenta las imágenes de los órganos y tejidos transformando las señales del receptor en puntos de brillo.



La corriente eléctrica generada por los cristales piezoeléctricos, es analizada por la CPU y expresada en el monitor de diferentes modos:

Modo B: se obtiene una imagen bidimensional en tiempo real. Las diversas amplitudes de las ondas son convertidas en pixels de hasta 256 tonalidades. A mayor amplitud de onda, mayor brillo en la escala de grises.
Modo M: se selecciona a uno de los haces de ultrasonidos e modo B y se observa qué sucede con él a lo largo del tiempo.
Modo D: Es el modo Doppler, y se basa en el cambio de frecuencia del sonido cuando una onda acústica choca con una interfase en movimiento. Para detectar el movimiento este tiene que existir en la misa dirección que el haz. Se puede efectuar de dos formas:

  • Doppler color: La información sobre la velocidad se muestra superpuesta en una imagen bidimensional, donde aparece en color azul el flujo que se aleja del transductor y en rojo el flujo que se acerca.
  • Doppler pulsado: se genera una gráfica en forma de onda que será positiva o negativa según el flujo se acerque o se aleje.



Detección de Averías y mantenimiento
  • Prevenir la caída de los transductores, comprobando que se hace un uso correcto de los soportes que mantienen suspendido el cable y también las bandas de sujeción las cuales son colocadas en el brazo para sostener el mismo y evitar su estrangulamiento en el acople con el transductor.

Es común ver que los cables son aplastados por las ruedas del ecógrafo al moverlo, lo cual puede llevar a lo antes nombrado. Si un transductor se cae lo más probable es la rotura de los cristales produciendo un diagnóstico erróneo. Después de su uso el gel debe ser eliminado procediendo a la limpieza de este, usando un paño o papel suave humectado con agua o alcohol al 70%. Hay que tener presente el no dejar al transductor emitiendo si este no es usado y evitar retirar el transductor de su sócalo si el mismo está en uso.

La membrana que va en contacto con el paciente es muy sensible y con el tiempo se gasta y se generan perforaciones en la misma; lo cual trae aparejado el ingreso de aire o gel en la zona de cristales, lo que forma las conocidas “burbujas” en la imagen. Los transductores según su tipo poseen distinto número de cristales piezoeléctricos, por lo general varían entre los 64 y 256. Muchas veces estos cristales se dañan o gastan, cuando esto ocurre en la imagen podemos notar franjas no ecogénicas o anecoicas, desde el punto de vista técnico el recambio es la mejor opción, ya que muchos de los equipos que dominan el mercado poseen sellados los transductores y las reparaciones no cumplen el objetivo buscado que es la fidelidad y durabilidad reiterada.



Autores: Núria Llahí y Xavier Pardell


                                                                                                                                      

BIBLIOGRAFIA
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